Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 20 de marzo de 2011

El 21 de marzo se conmemora el tránsito al cielo de San Benito de Nursia, Abad... patrono de la buena muerte...


San Benito de Nursia

San Benito de Nursia

, de la Orden de San Benito

(Benedictinos), de la Orden de San Benito

(Benedictinos) (siglo VI)

ID Santopedia:
5845
Nombre:
Benito
Género:
Masculino
Fiesta:
11 de Julio
Patrono de Europa
Nacimiento:
480. Nursia, Italia
Muerte:
21 de Marzo de 547. Montecasino

Abad, Patrón de Europa y Patriarca del monasticismo occidental;
Lema: "Ora y Labora," representado emblemáticamente
por el arado y la cruz.
Etimología: Benito: "bendecido."
Proceso:

El santo que había vaticinado tantas cosas a otros, fue advertido

con anterioridad acerca de su próxima muerte. Lo notificó a sus

discípulos y, seis días antes del fin, les pidió que cavaran su tumba.

Tan pronto como estuvo hecha fue atacado por la fiebre.

El de marzo del año 543, durante las ceremonias del Jueves

Santo, recibió la Eucaristía. Después, junto a sus monjes,

murmuró unas pocas palabras de oración y murió de pie en la

capilla, con las manos levantadas al cielo. Sus últimas palabras

fueron: "Hay que tener un deseo inmenso de ir al cielo."

Fue enterrado junto a Santa Escolástica, su hermana, en el sitio

donde antes se levantaba el altar de Apolo, que él había destruido.

Dos de sus monjes estaban lejos de allí rezando, y de pronto

vieron una luz esplendorosa que subía hacia los cielos y exclamaron:

"Seguramente es nuestro Padre Benito, que ha volado a la eternidad."

Era el momento preciso en el que moría el santo .

Que Dios nos envíe muchos maestros como San Benito, y que nosotros

también amemos con todo el corazón a Jesús.

Que de tal manera, brille ante los demás la luz de vuestro buen

Ejemplo, que ellos al ver vuestras buenas obras, glorifiquen

al padre celestial. (S. Mateo 5

Los monjes aseguraron que cuando murió, un rayo de

luz subió hasta el cielo.

Era el 21 de marzo del año 547, su legado había

sido asentado

Monacato

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Muñecos de monjes.

El monacato (del griego monachos, persona solitaria) es la adopción de un estilo de vida más o menos ascético dedicado a una religión y sujeto a determinadas reglas en común. En varias religiones se encuentran formas de vida monásticas, aunque sus características varían enormemente entre ellas: budismo, cristianismo, taoísmo, shintoismo, hinduismo e islamismo.

Al miembro de una comunidad que lleva una vida monástica se lo denomina monje. Se rigen por las reglas características de la orden religiosa a la que pertenecen y llevan una vida de oración y contemplación. Algunos viven como ermitaños y otros en comunidad, a la que se llama monasterio.

Cristianismo

El monacato cristiano surge en Egipto, entre los siglos III y IV, con san Pablo Ermitaño y san Antonio Abad (considerados los primeros monjes cristianos), dando lugar a las primeras comunidades de "solitarios" en la Tebaida (Padres del desierto), quienes renunciaban al mundo material con el fin de seguir una vida de ascetismo y contemplación, orientada hacia las realidades divinas. Los cristianos de Egipto asumieron el monaquismo con tanto entusiasmo que el emperador Valente tuvo que limitar el número de hombres que podría convertirse en monjes.En origen el monacato era "eremítico", después los monjes se fueron agrupando en comunidades, y fue san Pacomio quien redactó la primera regla para cenobitas, cuando los monjes comenzaron a reunirse en monasterios. El monasticismo fue exportado de Egipto al resto del mundo cristiano. A partir del siglo V se difundió en Occidente, uno de los aportes más ricos de la Edad Media.Teniendo gran repercusión la Regla de san Benito.

En la Iglesia católica, los monjes están agrupados en lo que se conoce como clero regular, y pertenecen a órdenes monásticas(benedictinos,cistercienses,cartujos,camaldulenses,jerónimos y paulinos son las órdenes contemplativas principales), en oposición al clero secular o seglar.

La reforma protestante suprimió el monacato, aunque en la Iglesia Anglicana se mantiene el monacato benedictino

En la Iglesia Ortodoxa también hay una gran tradición monástica, en la que todos sus monasterios siguen la regla de san Basilio. El conjunto de monasterios del Monte Athos son la representación más famosa del monacato ortodoxo.


IGLESIA DE SAN JOSE DEL AVILA-CARACAS VENEZUELA


De San José del Avila

Primer Abad: Norberto osb


a la Abadía "San José"de Güigüe

bajo la dirección del segundo

Abad:
Dr. José María Martínez osb.

Tercer Abad:
Dr. Otto Löhner osb

(fallecido)

Cuarto Abad:
Dr. José María Martínez osb.


GUIGUE2.gif (3206 bytes)


Abadía Benedictina "San José"

Güigüe. Edo. Carabobo. Venezuela

El 2 de abril de 1923, durante la Pascua, los primeros

cuatro monjes benedictinos de la Congregación de Santa Odilia

(Alemania)

llegaron a Venezuela. Su propósito era continuar la labor del

padre Santiago Machado en favor de los niños. El 16 de junio de

1947 este grupo fue promovido a Prioría Conventual.

El 7 de diciembre de 1964 recibieron el grado de Abadía.

El 22 de septiembre de 1990 fue transferida a Güigüe.

Altar de la Iglesia

Jesús Tenreiro. Arquitecto de la obra.


Benito de Nursia

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San Benito de Nursia
Lazkao - Monasterio de Santa Teresa (Benedictinos) 23.jpg
Imagen en el Monasterio de Santa Teresa de Jesús de Lazcano (Guipúzcoa, País Vasco).
Nacimiento 480
Nursia
Fallecimiento 21 de marzo de 547
Montecasino
Venerado en Iglesia católica, Iglesia ortodoxa
Canonización 1220 por Honorio III
Principal Santuario Abadía de Montecasino
Abadía de Fleury, Saint-Benoît-sur-Loire, Francia
Festividad 21 de marzo Vetus ordo
11 de julio Novus ordo
14 de marzo Bizantino
Patronazgo Europa, O.S.B.

San Benito de Nursia (Nursia, 480Montecasino, 21 de marzo de 547), es considerado el iniciador de la vida monástica en Occidente, fundó la orden de los benedictinos cuyo fin era establecer monasterios autosuficientes, o sea, que se autoabastecieran. Éstos comúnmente estaban organizados en torno a la iglesia de planta basilical y el claustro. Es considerado patrón de Europa y patriarca del monacato occidental. Benito escribió una regla para sus monjes que fue llamada "La Santa Regla" y que ha sido inspiración para los reglamentos de muchas otras comunidades religiosas.

Biografía

La única fuente con información sobre la vida de San Benito de Nursia es el libro segundo de los Diálogos, escritos por san Gregorio Magno (c. 540-604). Para estos relatos, el pontífice se basó en el testimonio de algunos monjes que conocieron al santo. Este libro, en algunos pasajes, carece del rigor histórico tal como se entiende en la actualidad.

Era hijo de un noble romano. Su hermana gemela se llamaba Escolástica y también fue reconocida como santa. Su infancia se desarrolla en Nursia donde realiza sus primeros estudios. Es enviado a Roma para capacitarse en filosofía y retórica, pero decepcionado por el desorden moral de los habitantes de la ciudad y deseando una vida más espiritual, pronto abandona la capital para retirarse a Enfide (actual Affile), de donde huyó, según la leyenda, tras realizar un milagro. Con ayuda del abad de un monasterio cercano llamado Román, se instaló en una gruta de difícil acceso, en un lugar cercano llamado Subiaco, para vivir allí como un ermitaño. Después de pasar tres años en ese lugar, dedicado a la oración y el sacrificio, fue descubierto por unos pastores, quienes extendieron su fama de santidad.

Icono de tradición ortodoxa griega de san Benito de Nursia

A partir de allí, y especialmente gracias a sus supuestas dotes de taumaturgo, fue visitado constantemente por personas que buscaban su consejo y dirección espiritual. Es elegido abad de un monasterio en Vicovaro, en el norte de Italia, pero dado que los monjes no aceptan su régimen de vida exigente, intentan envenenarlo. Según la leyenda, Benito descubre las intenciones de los monjes porque, en el momento de impartir la bendición, el recipiente se hace pedazos. Tras esto, el abad decide abandonar la comunidad. Vuelve a Subiaco, donde, debido a una gran afluencia de discípulos, funda allí varios monasterios. En 529, a causa de la envidia de un sacerdote de la región, se refugia en Montecasino donde funda un monasterio y desde donde se extiende la Orden Benedictina. En 540 escribe su famosa Regula monasteriorum (Regla de los monasterios). Murió en el año 547.

Iconografía

San Benito con el Libro de la Regla

A Benito se le representa habitualmente con el libro de la Regla, una copa rota, y un cuervo con un trozo de pan en el pico, en memoria del pan envenenado que recibió Benito de parte de un sacerdote de la región de Subiaco que le envidiaba. San Gregorio cuenta que, por orden del santo, el cuervo se llevó el pan adonde no pudiera ser encontrado por nadie.

Devoción

Algunos creyentes invocan a san Benito para protegerse contra las picaduras de las ortigas, el veneno, la erisipela, la fiebre y las tentaciones.

Es patrono de los archiveros, agricultores, ingenieros, curtidores, moribundos, granjeros, de la villa Heerdt cerca de Düsseldorf en Alemania, de enfermedades inflamatorias, de los arquitectos italianos, de los que padecen enfermedades de riñón, de los monjes, de la villa de Nursia (su ciudad natal), de Italia, de los religiosos (entiéndase pertenecientes a congregaciones religiosas), de los escolares, de los criados, de los espeleólogos.

Las reliquias de San Benito están conservadas en la cripta de la abadía de Saint-Benoît-sur-Loire (Fleury), cercana a Orleans y de Germigny-des-Prés, donde se encuentra una iglesia carolingia, en el centro de Francia.

Se creó un galardón con su nombre, que fue recibido por el entonces cardenal Joseph Ratzinger (ahora Benedicto XVI) el 1 de abril de 2005.

La Regla de San Benito

Artículo principal: Regla de San Benito
San Benito de Nursia. Fresco del claustro del monasterio de Subiaco (Italia), realizado hacia el siglo VI.

La Regula monasteriorum, que consta de 73 capítulos y un prólogo, fue retomada por Benito de Aniano en el siglo IX, antes de las invasiones normandas; él la estudió y la codificó dando origen a su expansión por toda la Europa carolingia, aunque fue adaptada para restarle importancia a los trabajos manuales, en relación a la liturgia y a los monjes. Posteriormente, a través de la Orden de Cluny y la centralización de todos los monasterios bajo la Regla de San Benito en cabeza de los cluniacenses, fue como la Regla de San Benito adquirió gran importancia en la vida religiosa europea durante la Edad Media. En el siglo XI apareció la reforma del Císter, que buscaba recuperar un régimen benedictino más ajustado a la Regula. Otras reformas (como la camaldulense, la olivetana o la silvestrina) han buscado darle también énfasis a diferentes aspectos de la Regla de San Benito.

A pesar de diferentes momentos históricos, en los cuales la indisciplina, las persecuciones o las agitaciones políticas han hecho decaer la práctica de la Regla de San Benito o han diezmado la población monástica, los monasterios benedictinos han mantenido en todos los tiempos un gran número de religiosos y religiosas. Actualmente, alrededor de 700 monasterios masculinos y unos 900 monasterios y casas religiosas femeninas, ubicados en los cinco continentes, siguen la Regla de San Benito. Se incluyen en esta cifra monasterios de confesión protestante, tanto anglicanos como luteranos.

Su influencia en el monacato es considerable tanto en occidente como en el mundo, especialmente en lo que concierne a la vida intelectual del cristianismo. Esta Regla es un modelo de vida colectiva, tomada como ejemplo en la organización de algunas empresas.

Sobre las diferentes ediciones de la Regla, el padre García M. Colombàs (†2010), monje de Montserrat (Cataluña, España), registra en su edición de la misma, el siguiente dato: "Entre 1930 y 1968-69, según datos provisonales, vieron la luz 60 ediciones en latín, 32 en alemán, 31 en inglés, 30 en francés, 21 en italiano, 9 en holandés, 4 en español, 2 en checo, croata húngaro, portugués y japonés, y 1 en catalán, irlandés, árabe y coreano" (p. 24)

Orden de San Benito

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Orden de San Benito
Saint Benedict Medal.png
Nombre latino Ordo Sancti Benedicti
Siglas O.S.B.
Gentilicio Benedictinos
Tipo Orden Orden contemplativa
Regla Regla de San Benito
Hábito Hábito negro con túnica, escapulario y capucha negras, cinturón negro sobre la túnica
Fundador San Benito de Nursia
Fundación 529
Lugar de fundación Montecasino
Aprobación 1734
Superior General Abad Primado Notker Wolf, OSB
Curia Abadía Primada de San Anselmo
Piazza dei Cavalieri di Malta, 5
00153 Roma
Coordenadas 14°52′58″N 12°28′43″E / 14.882754, 12.478731
Presencia 47 países
Actividades Fundamentalmente vida contemplativa, oración, claustro, silencio, aunque también se dedican a Misiones, colegios, universidades, etc.
Sitio web www.osb.org
San Benito de Nursia (c. 480-543), de un detalle del fresco de Fra Angelico, Basilica de San Marco, Florencia (c. 1400-1455).

La Orden de San Benito (en latín: Ordo Sancti Benedicti), (O.S.B.) es la orden religiosa, dedicada a la contemplación, fundada por Benito de Nursia, que sigue la Regla dictada por éste a principios del siglo VI para la abadía de Montecassino. Benito de Nursia contribuyó decididamente a la evangelización cristiana de Europa, por lo que es patrón de Europa.

Actualmente la Orden está extendida por todo el mundo, con monasterios masculinos y femeninos.

Siguiendo su ejemplo e inspiración, diversos fundadores de órdenes religiosas han basado la normativa de sus monasterios en la Regla dejada por Benito, cuyo principio fundamental es Ora et labora, es decir, Oración y Trabajo.

Los monasterios benedictinos están siempre dirigidos por un superior que, dependiendo de la categoría del monasterio, puede llamarse prior o abad; este es escogido por el resto de la comunidad. El ritmo de vida benedictino tiene como eje principal el Oficio Divino, también llamado Liturgia de las Horas, que se reza siete veces al día, tal como San Benito lo ordenó. Junto con la intensa vida de oración en cada monasterio, se trabaja arduamente en diversas actividades manuales, agrícolas, etc., para el sustento y el autoabastecimiento de la comunidad.

Reformas de la Orden Benedictina

Durante el transcurso de su historia, la Orden Benedictina ha sufrido numerosas reformas, debido a la eventual decadencia de la disciplina en el interior de los monasterios. La primera reforma importante fue la adelantada por Odón de Cluny en el siglo X; esta reforma, llamada cluniacense (nombre proveniente de Cluny, lugar de Francia donde se fundó el primer monasterio de esta reforma, donde Odón fue el segundo abad), llegó a tomar un gran impulso, a tal punto que durante gran parte de la Edad Media prácticamente todos los monasterios benedictinos estaban bajo el dominio de Cluny.

Los cluniacenses adquirieron gran poder económico y político, y los abades más importantes llegaron a formar parte de las cortes imperiales y papales. Varios pontífices romanos fueron benedictinos provenientes de los monasterios cluniacenses (Alejandro II, 1061-73; san Gregorio VII, 1073-85; beato Víctor III, 1086-87; beato Urbano II, 1088-99; Pascual II, 1099-1118; Gelasio II, 1118-19; y un largo etcétera).

Tanto poder adquirido llevó a la decadencia de la reforma cluniacense, que encontró una importante contraparte en la reforma cisterciense, palabra proveniente de Císter (Cîteaux en idioma francés), lugar de Francia donde se fundó el primer monasterio de esta reforma. San Roberto de Molesmes, san Esteban Harding y san Roberto de Chaise-Dieu fueron los fundadores de la Abadía de Císter en 1098. Buscaban apartarse del estilo cluniacense, que había caído en la indisciplina y el relajamiento de la vida monástica. El principal objetivo de los fundadores de Císter fue imponer la práctica estricta de la Regla de San Benito y el regreso a la vida contemplativa.

El principal impulsor de esta reforma fue san Bernardo de Claraval (1090-1153), quien fue discípulo de los fundadores de Cîteaux, habiendo ingresado allí hacia el año de 1108. Se le encargó la fundación de la Abadía de Claraval (Clairvaux, en francés), de la que fue abad durante unos 38 años, hasta su muerte. Bernardo de Claraval se convirtió en el principal consejero de los papas, y varios de sus monjes llegaron igualmente a ocupar la Sede Pontificia. Bernardo predicó también la Segunda Cruzada. Al morir había fundado 68 monasterios de su orden.

La reforma cisterciense subsiste hasta hoy como orden benedictina independiente, dividida igualmente en dos ramas: la Orden del Císter (O. Cist.) y la Orden Cisterciense de la Estrecha Observancia (OCSO), también conocidos como Trapenses. Se les llama también "benedictinos blancos", debido al color de su hábito, en contraposición a los demás monjes de la Orden de San Benito, a quienes se llama "benedictinos negros".

Durante la Edad Media surgieron otras reformas importantes de la Orden Benedictina. La de san Romualdo (†1027), quien dio inicio a la reforma camaldulense. Esta reforma subsiste hasta hoy en dos ramas: la primera forma parte de Confederación Benedictina (benedictinos negros); la segunda es independiente, pero se rige igualmente por la Regla de San Benito. Otra reforma importante fue la emprendida por san Juan Gualberto (†1073), quien fundó los Benedictinos de Valle Umbrosa, por el lugar en Italia en que se construyó el primer monasterio de esta reforma; es igualmente hoy en día una congregación de la Confederación Benedictina. La reforma de san Silvestre (1177-1267), fundador de los Benedictinos de Montefano, que subsiste también hoy como congregación asociada a la Confederación Benedictina. La reforma de san Bernardo Tolomei (1272-1348), que dio origen a los Benedictinos de Monte Oliveto, hoy también parte integrante de la Confederación Benedictina.

Después de agitados períodos de la historia, como la Reforma en Alemania y los Países Bajos, la expulsión o ejecución de religiosos católicos por Enrique VIII en Inglaterra, seguido del período revolucionario en Francia, así como también la decadencia de la disciplina en los monasterios, llevó a que se diezmara la población de monjes. Después de la Revolución francesa, fue Dom Prosper Guéranger quien hizo renacer la orden benedictina en Solesmes a partir de 1833, en Francia.

Hábito

En la Edad Media los monjes benedictinos llevaban camisa de lana y escapulario. El hábito o vestidura superior es negro, por lo que el pueblo los llamó los monjes negros, en oposición a los cistercienses, que llevan túnica blanca y escapulario negro, denominados los monjes blancos.

Regla de San Benito

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La Regla de San Benito.

La regla benedictina es una regla monástica que Benito de Nursia escribió a principios del siglo VI edat media destinada a los monjes. Cuando le destinaron al norte de Italia como abad de un grupo de monjes, éstos no aceptaron la Regla y además hubo entre ellos un conato de conspiración para envenenarle. Benito se trasladó entonces al monte Cassino, al noroeste de Nápoles, donde fundó el monasterio que sería conocido más tarde como Montecassino. Allí le siguieron algunos jóvenes, formando una comunidad que acató y siguió la Regla, conocida por las generaciones futuras como Regula Sancti Benedicti, de 73 capítulos, algunos añadidos y modificados después por sus seguidores. Esta regla benedictina será acogida por la mayoría de los monasterios fundados durante la Edad Media.

El principal mandato es el ora et labora, con una especial atención a la regulación del horario. Se tuvo muy en cuenta el aprovechamiento de la luz solar según las distintas estaciones del año, para conseguir un equilibrio entre el trabajo (generalmente trabajo agrario), la meditación, la oración y el sueño. Se ocupó San Benito de las cuestiones domésticas, los hábitos, la comida, bebida, etc. Una de las críticas que tuvo esta regla al principio fue la "falta de austeridad" pues no se refería en ningún capítulo al ascetismo puro sino que se imponían una serie de horas al trabajo, al estudio y a la lectura religiosa, además de la oración.

La regla daba autoridad de patriarca al abad del monasterio que al mismo tiempo tenía la obligación de consultar con el resto de la comunidad los temas más importantes. Los discípulos de Benito se encargaron de difundir la Regla por toda Europa y durante siglos (hasta la adopción de la regla de San Agustín por los premostratenses en el siglo XII y los dominicos en el siglo XIII), fue la única ordenanza a seguir por los distintos monasterios que se fueron fundando.

Siguiendo los preceptos, el hábito benedictino debía estar formado por una túnica y un escapulario, cubiertas ambas piezas por una capa con capucha. No se dice el color que deban llevar dichas prendas, aunque se cree que seguramente serían de la coloración de la lana sin teñir, que era lo más fácil en los primeros tiempos. Después, el color negro fue el predominante hasta que llegó la reforma de los cistercienses, que volvieron a adoptar el blanco; de ahí la diferencia que se hace entre monjes negros y monjes blancos, ambos descendientes y seguidores de la orden benedictina.

Carlomagno en el siglo VIII encargó una copia e invitó a seguir esta regla a todos los monasterios de su imperio. Dio orden de que los monjes se aprendiesen de memoria todos los capítulos para estar siempre listos a recitar cualquiera de ellos cuando así se lo demandasen.

De la Santa Regla

Benito de Nursia en un detalle de un fresco de Fra Angelico en el Convento de San Marcos en Florencia.

Capítulo I: De los diversos géneros de monjes.

Cap II: De cuál debe ser el abad.

Cap III: De cómo los monjes han de ser llamados a Consejo.

Cap IV: De los instrumentos de las buenas obras.

Cap V: De la obediencia.

Cap VI: Del silencio.

Cap VII: De la humildad.

Cap VIII: De los oficios divinos por la noche.

Cap IX: Cuántos salmos se han de decir en la hora de la noche.

Cap X: Cómo debe celebrarse el oficio nocturno en tiempo de estío.

Cap XI: Cómo se han de decir las Vigilias en los domingos.

Cap XII: Cómo se han de celebrar Laudes.

Cap XIII: Cómo se han de celebrar las Laudes en días feriales.

Cap XIV: Cómo han de celebrarse las viligias en las fiestas de los santos.

Cap XV: En qué tiempo se ha de decir Aleluya.

Cap XVI: Cómo se han de celebrar los oficios divinos durante el día.

Cap XVII: Cuántos salmos se han de decir cada hora del día.

Cap XVIII: Con qué orden se han de decir los salmos.

Cap XIX: Del modo del que se han de cantar.

Cap XX: De la reverencia en la oración.

Cap XXI: De los decanos del monasterio.

Cap XXII Cómo se han de dormir los monjes.

Cap XXIII: De la excomunión por las culpas.

Cap XXIV: Qué modo se ha de guardar en la excomunión.

Cap XXV: De las culpas más graves.

Cap XXVI: De los que sin orden del abad se juntan con los excomulgados.

Cap XXVII: De la solicitud con la que debe cuidar el abad de los excomulgados.

Cap XXVIII: De los que muchas veces corregidos no se enmiendan.

Cap XXIX: Si deben volverse a recibir a los monjes que han salidos del monasterio.

Cap XXX: Cómo han de ser corregidos los de menor edad.

Cap XXXI: Del mayordomo del monasterio.

Cap XXXII: De las herramientas y demás del monasterio.

Cap XXXIII: Si deben los monjes tener alguna cosa propia.

Cap XXXIV: Si todos deben recibir igualmente lo necesario.

Cap XXXV: De los semaneros de cocina.

Cap XXXVI: De los monjes enfermos.

Cap XXXVII: De los viejos y de los niños.

Cap XXXVIII: Del lector semanero.

Cap XXXIX: De la tasa de la comida.

Cap XL: De la tasa de la bebida.

Cap XLI: A qué horas deben comer los monjes.

Cap XLII: Que nadie hable después de completas.

Cap XLIII: De los que llegan tarde al Oficio Divino o al Refectorio.

Cap XLIV: Cómo han de satisfacer los excomulgados.

Cap XLV: De los que yerran en el coro.

Cap XLVI: De los que caen en otras cualesquiera faltas.

Cap XLVII: Del que ha de hacer señal para el Oficio Divino.

Cap XLVIII: Del trabajo de manos.

Cap XLIX: De la observancia de la Cuaresma.

Cap L: De los monjes que trabajan lejos del monasterio o van de camino.

Cap LI: De los monjes que no van muy lejos.

Cap LII: Del oratorio del monasterio.

Cap LIII: Cómo se han de recibir a los huéspedes.

Cap LIV: Que no debe el monje recibir cartas ni presentes.

Cap LV: Del vestido y calzado de los monjes.

Cap LVI: De la mesa del Abad.

Cap LVII: De los artifices del monasterio.

Cap LVIII: Del modo de recibir a los novicios.

Cap LIX: Del modo de recibir los niños, así de nobles como de pobres.

Cap LX: De los sacerdotes que quisieren ser monjes.

Cap LXI: Cómo han de ser recibidos los monjes extranjeros.

Cap LXII: De los sacerdotes del monasterio.

Cap LXIII: Del orden de la comunidad.

Cap LXIV: De la elección del abad.

Cap LXV: Del prior del monasterio.

Cap LXVI: Del portero del monasterio.

Cap LXVII: De los monjes que van de camino.

Cap LXVIII: Qué deben hacer los monjes si les mandan cosas imposibles.

Cap LXIX: Que ninguno se atreva en el monasterio a defender a otro.

Cap LXX: Que ninguno se atreva a castigar a otro.

Cap LXXI: Que los monjes se obedezcan unos a otros.

Cap LXXII: Del buen celo que deben tener los monjes.

Cap LXXIII: Que no se incluye en esta Regla la práctica de todas las virtudes.

Reforma cisterciense

Con el monje Roberto de Molesmes llegó la gran reforma de los monasterios benedictinos cluniacenses cuyas costumbres se habían relajado bastante. Los nuevos monjes llamados cistercienses volvieron a la verdadera regla de San Benito, añadiendo más disposiciones en la Carta de la Caridad, escrita por el monje inglés Esteban Harding, obra maestra de la prosa latina. En esta ampliación se volvía a prohibir el lujo y se recomendaba la alabanza a Dios, la lectura de las Sagradas Escrituras y el trabajo físico.

Enlaces externos

Bibliografía


Medalla de San Benito

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La medalla de San Benito como elemento central de un rosario.

La medalla jubilar de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia como poseedor de un gran poder de exorcismo. Fue instituido en memoria de San Benito. Como todo sacramental, los católicos no ponen su poder en la medalla misma, pues consideran que ese poder viene de Cristo, quien lo otorga a la Iglesia, y por la fervorosa disposición de quién usa la medalla.

La fecha exacta sobre la manufactura de la primera Medalla de San Benito es un misterio. En algún punto de la evolución de esta devoción cristiana se encontraron letras en la parte de atrás de la medalla. En el año 1647, unas mujeres fueron juzgadas por hechicería, en el proceso declararon que no habían podido dañar el monasterio de los benedictinos, porque se encontraba protegido por el signo de la santa Cruz. Se buscó entonces en el monasterio de Metten ( Baviera, Alemania)y se encontraron pintadas antiguas representaciones de esta cruz, con la inscripción que se explicará más abajo. Pero estas iniciales misteriosas no pudieron ser interpretadas, hasta que en un manuscrito de la biblioteca, iluminado en el mismo Monasterio de Metten, en 1414 y conservado hoy en la biblioteca Estatal de Munich, se vio una imagen de san Benito, con esas palabras. Un manuscrito anterior, del siglo XIV y procedente de austria, que se encuentra en la biblioteca de Wolfenbüttel, parece haber sido el origen de La imagen y del texto. En el siglo XVII J.R. Thiers, erudito francés, la juzgó supersticiosa, por los enigmáticos caractéres que la acompañan, pero el Papa Benedicto XIV, la aprobó en 1742 y la fórmula de su bendicion se incorporó al Ritual Romano. La versión final de esta medalla data del año 1880 en memoria de los 1400 años del natalicio de San Benito.

Un rosario con una medalla de San Benito.

La medalla es usada de diversas maneras: colgado alrededor del cuello con una cadenita, en el rosario, en el bolsillo, en el centro de una cruz, en carro o casa de los fieles, en los cimientos de un edificio.

Descripción y simbolismos de la medalla

La medalla es una exaltación del amor a Cristo de acuerdo a los fieles cristianos del catolicismo, se reconoce su poder para alejar el mal por medio de la fe de sus seguidores.


Cara Frontal

Anverso de la medalla de San Benito.

Al frente de la medalla aparece la figura de San Benito sosteniendo dos cosas. Sostiene en su mano derecha una cruz (a la cual la tradición le adjudica un gran amor por parte del monje, y en su mano izquierda el libro de las Reglas, con la oración rodeando la figura del santo: Eius in obitu nostro praesentia muniamur!: "A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia". (Oración de la Buena Muerte). Benito es el patrón de la buena muerte. En el fondo de la imagen aparece una copa envenenada, de la cual, cuando el santo hizo sobre ella la señal de la cruz, salió una serpiente. Un enemigo celoso intentó envenenarlo dándole una hogaza de pan envenenada, mas al pretender comérsela se la llevó un cuervo (estos detalles aparecen en la medalla). Arriba de la cruz aparecen las palabras Crux sanctis patris Benedicti

Reverso de la medalla

El reverso muestra la cruz de San Benito con las letras:

Reverso de la medalla de San Benito.
  • Crux sanctis patris Benedicti (C.S.P.B.): que en castellano es: Cruz del Santo Padre Benito
  • Crux sacra sit mihi lux! (C.S.S.M.L.): "La santa Cruz sea mi luz" (crucero vertical de la cruz)
  • Nunquam draco sit mihi dux (N.D.S.M.D.): "y que el Dragón no sea mi Señor (dux = duque = Señor/Lord en un sentido feudal, en clara analogía al Señor Celeste, Dios mismo)." (crucero horizontal)

En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:

  • Vade retro Satana! (V.R.S.): "¡Retrocede Satanás!" (Vade =Ir ; Retro= Atras)
  • Nunquam suade mihi vana! (N.S.M.V.): "para de atraerme con tus mentiras"
  • Sunt mala quae libas. (S.M.Q.L.): "Venenosa es tu carnada"
  • Ipse venena bibas! (I.V.B.): "Trágatela tu mismo".
  • PAX: "Paz"

Bendición de la medalla de San Benito

(deber ser hecha por un sacerdote)

Exorcismo de la medalla

(Signo de la cruz) En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén V. Nuestro auxilio nos viene del Señor R. Que hizo el cielo y la tierra.

Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios + Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.

Que desaparezca y se aleje de esta medalla toda fuerza del adversario, y todo el que la usare goce de la salud de alma y cuerpo.

En el nombre de Dios Padre + Omnipotente y de su Hijo Jesucristo + Señor nuestro, y del Espíritu Santo + Paráclito, por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego. R. Amen.

Kyrie, Eleison. Christe, Eleison. Kyrie, Eleison.

Bendición

V. Señor, escucha mi oración R. Y llegue a ti mi clamor V. El Señor esté con vosotros R. Y con tu espíritu

Oremos: Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición + sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar las asechanzas y engaños del enemigo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia. Por Cristo, nuestro Señor.- Amén.

(Se rocía con agua bendita diciendo con el Signo de la cruz) En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén ________________________________________

Indulgencias

El 12 de marzo de 1742 Benedicto XIV otorgó indulgencia plenaria a la medalla de San Benito si la persona cumple las siguientes condiciones:

Si realiza el Sacramento de la Reconciliación, recibe la Eucaristía, ora por el Santo Padre en las grandes fiestas y durante esa semana reza el santo rosario, visita a los enfermos, ayuda a los pobres, enseña la Fe Cristiana o participa en la Santa Misa.

Las grandes fiestas de las que se habla arriba son: Navidad, Epifanía, Pascua de Resurrección, Ascensión, Pentecostés, la Santísima Trinidad, Corpus Christi, La Asunción, La Inmaculada Concepción, el nacimiento de María, todos los Santos y fiesta de San Benito.

Quienes lleven la medalla de San Benito a la hora de la muerte serán protegidos siempre que se encomienden al Padre, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento.

Indulgencias parciales

  • Serán otorgados 200 días de indulgencia, si uno visita una semana a los enfermos o visita la Iglesia o enseña a los niños la Fe.
  • 7 años de indulgencia , si uno celebra la Misa o esta presente, y ora por el bienestar de los cristianos, o reza por sus gobernantes.
  • 7 años si uno acompaña a los enfermos en el día de todos los Santos.
  • 100 días si uno hace una oración antes de la Santa Misa o antes de recibir la sagrada Comunión.
  • Cualquiera que por cuenta propia por su consejo o ejemplo convierta a un pecador, obtiene la remisión de la tercera parte de sus pecados.
  • Cualquiera que el Jueves Santo o el día de Resurrección, después de una buena confesión y de recibir la Eucaristía, rece por la exaltación de la Iglesia, por las necesidades del Santo Padre, ganará las indulgencias que necesita.
  • Cualquiera que rece por la exaltación de la Orden Benedictina, recibirá una porción de todas la buenas obras que realiza esta Orden.

El Crucifijo con medalla de San Benito

El Crucifijo de la Buena Muerte y la Medalla de San Benito han sido reconocidos por la Iglesia como una ayuda para el cristiano en la hora de tentación, peligro, mal, principalmente en la hora de la muerte. Le ha dado al Crucifijo con la medalla Indulgencia Plenaria.

La indulgencia plenaria de la Cruz de la Buena Muerte, quien realmente crea en la santa Cruz, no será apartado de El, ganará indulgencia plenaria en la hora de la muerte. Si este se confiesa, recibe la Comunión o por lo menos con el arrepentimiento previo de sus pecados, llamando el Santo nombre de Jesús con devoción y aceptando resignadamente la muerte como venida de las manos de Dios. Para la indulgencia no basta la Cruz, debe representarse a Cristo crucificado. Esta cruz también ayuda a los enfermos para unir nuestros sufrimientos a los de Nuestro Salvador.

Presencia benedictina en Venezuela:

VENEZUELA


El Vigía

MONASTERIO NUESTRA SEÑORA DE LOS ANDES

Apartado 49 EL VIGÍA

Estado de Mérida,VENEZUELA

Tel/Fax: 58 (274) 252 3047

E-mail: trapense@cantv.net

Fundado en 1987, por Conyers/ Holy Spirit (USA)

Prior: Plácido Alvarez, OCSO

Güigüe

ABADÍA BENEDICTINA DE SAN JOSÉ

Apartado 3662, El Trigal

Valencia 2002-A VENEZUELA

Tel: 58 (0245) 341 1032

Fax: 58 (0245) 341 1651

E-mail: abadiaguigue@cantv.net

Fundado en 1923, por Ottilien (Alemania).

Trasladado de Caracas en 1989

Abad: José María Martínez, OSB


Humocaro

MONASTERIO NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO

Apartado 28 El Tocuyo 3018-A

Estado Lara, VENEZUELA

Tel: 58 (53) 741 152

Fax: 58 (53) 541 133

E-mail: humocaro@cantv.net

Fundado en 1982, por Vitorchiano (Italia)

Abadesa: Ana María Montero, OCSO


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